Transcurrido un tiempo
prudencial, que nos otorga suficiente espacio, para pensar sin la presión normal
que nos obliga, cada vez que se produce un hecho luctuoso, el propósito es
recordar a alguien que partió sorpresivamente por decisión propia.
Tamaña sorpresa para
quienes conocían a nuestro ahora recordado “Víctor”, RT de fuste y amante del
sonido morse.
Hondo dolor y profunda
pena embargo a todos sus amigos de URTU, recordado además como un ejemplar que
le adornaban honrosas virtudes humanas que solo acompañan a unas pocas y
privilegiadas personas como él y que dado su cantidad destacar aquí no es del
caso enumerar.
Nunca imaginamos y no
podemos evitar pensar acerca del motivo que lo llevo a la cúspide de tan dramática
decisión, puesto que cada ser humano es dueño de finalizar su vida cuando él
así lo determine. Por eso, aunque el dolor nos nuble el pensamiento, nuestro
mayor homenaje es respetar su decisión y recordarlo siempre alegre y lúcido,
como cuando concurría a cada una de nuestras reuniones, allá en “Camoens”, en
nuestra querida Unión.
De esta forma nuestro
amigo Víctor permanecerá en nuestro corazón por más que pase el tiempo y por más
que salga y se ponga el sol.
Punto y raya…… 31 – 08 - 2016
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